lunes, 16 de septiembre de 2019

¿Pergamino o cultura? [CCLXXIV]

Laura Jaramillo


Gallegos, una mente muy bien amoblada



         La cultura del venezolano es supremamente variada, probablemente como la cultura de cualquier país del mundo. Nuestra mentalidad tiene mucho que ver con esa multiculturalidad. Creo que son dos aspectos inseparables. Uno influye en el otro y el otro influye en el uno.
         Esto lo podemos ver, por ejemplo, en los muebles de nuestra casa. En Europa, quizás en algunos países latinoamericanos, probablemente se botan los muebles cuando se quiere cambiar el ambiente del hogar. En cambio, nosotros tapizamos una y mil veces los mismos muebles, hasta les cambiamos la forma, de cuadrado a redondo, de dos puestos a uno.
         Sin ir muy lejos, tenemos un perro caliente único, tomamos prestado un simple pan con una salchicha adentro y le pusimos aguacate, queso amarillo, huevo frito, salsa de tomate, mayonesa, mostaza y un largo etcétera.
         No obstante, hay muchas cosas en nuestra cultura que son quizás erradas y sería bueno erradicarlas, y una de ellas es la creencia de que mientras más títulos se tenga, más educación se tiene, educación de actitud, no de conocimiento. Se cree que por tener tres, cinco, seis pergaminos se es una persona muy bien portada.
         Pero esa educación viene del hogar, viene del buen uso cognitivo. El pergamino solo da fe del conocimiento, que puede adquirirse incluso bajo otras circunstancias. Si no, pregúntenle a Rómulo Gallegos.
         El hogar nos enseña a ser respetuosos, tolerantes, comprensivos, amables. El pergamino quizás refuerza esos valores, pero jamás te dará poder para insultar, irrespetar y hacer lo que salga del forro. El poder que se obtiene con el pergamino es el del saber, no el del pisotear.
         Entonces, que nos conozcan por nuestra gastronomía, nuestra hospitalidad, nuestro excelentísimo lenguaje y por nuestro alto nivel cognitivo, lo que le dará mucho más valor a nuestra maravillosa cultura.

laurajaramilloreal@gmail.com



Año VII / N° CCLXXIV / 16 de septiembre del 2019





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