Ariadna Voulgaris
Varios de mis alumnos de la clase de
Español II me envían un mensaje sobre una palabra que con el profesor de
Español I no habían conocido: cohorte.
Me preguntan si es un simple sinónimo de corte
o si se trata de un error. Ya casi se han inclinado a pensar que es un error,
guiados por lo que dice un malísimo diccionario de español que circula en el
instituto y que, ergo, no vale la pena citar, cuando uno de ellos propone
consultar a la profesora de habla nativa.
Les
respondo en primer lugar para estimularlos a persistir en la práctica de no
quedarse con una sola respuesta. Les digo que mucha gente que acaba de conocer
la palabra cohorte se confunde porque, aunque esta no es una palabra que usemos todos los días, se parece
mucho a corte, y así cualquiera cae en la trampa de la duda —como
seguramente caían en latín con cors y
cohors—. Una vez definida la una, agrego,
queda clara la otra, creo yo. Hay que comenzar por la conocida, la familiar, la
cierta: corte. ¿Qué dice el
diccionario? El de la Academia, por ejemplo, que está en la biblioteca y en
Internet, tiene 15 acepciones. Quedémonos, para comenzar, con la que dice:
“Acción y efecto de cortar”. Sencillo.
Luego sigo con cohorte, que es
la palabra nueva, la extraña, la dudosa. El diccionario, que en estos casos
suele dar definiciones intrincadas o concretas, hoy se inclina hacia los
sinónimos: “Conjunto, número, serie”. Nada impresionantemente claro, pero nos
da una orientación, les concluyo a los chicos —casi todos varones... no sé por
qué es importante ese detalle, pero siento que debo anotarlo aquí—. Una cohorte
es un grupo de cosas, pero sobre todo de personas que hacen lo mismo en cierta actividad,
o que se parecen por alguna razón. En el Imperio Romano —contaba mi guía de la
Legión de María— una cohorte era una unidad de soldados organizados según un
criterio dado, un grupo que trabajaba siguiendo una orden precisa, especial, no
cotidiana. En la actualidad —y en las instituciones educativas sobre todo—, una
cohorte es el grupo de nuevos estudiantes que ingresa a la institución en un nuevo
año académico. Se llama así también al grupo que egresa, no porque sea el
mismo, sino, simplemente, porque también es un grupo que tiene los mismos
rasgos.
Por tanto, las cohortes no tienen mucho
que ver con los cortes, aunque sí con las cortes, que no las judiciales, sino
las de los reyes —al final, tienen su origen en las mismas dos palabras latinas—.
El semestre en la universidad se “corta” en períodos más breves, sobre todo
para fines de evaluación; todo aquello que se prolonga se puede, al menos
metafóricamente, cortar en pedazos más reducidos para captarlo mejor. Piensen,
les digo además a los chicos del María Callas, en una longaniza (aprovecho para
enseñarles nuestra palabra chorizo).
Si el semestre fuera así de tangible, podría dividírsele con un cuchillo y al final
cada fragmento sería llamado “corte”.
El lunes siguiente, los encuentro a
todos junto a la puerta del aula, fielmente a la hora de la clase. Dos o tres
de ellos están aún muertos de sueño, la mayoría entusiasmados con una lengua
del otro extremo de Europa que ahora comienza a sonreírles, pero casi todos —¡oh,
qué novedad!— han comprado un nuevo diccionario.
ariadnavoulgaris@gmail.com
(Agradezco efusivamente al profesor Edgardo
Malaver, de mi amada Universidad Central de Venezuela, por la orientación lingüística
para dar una apropiada respuesta a mis alumnos griegos… Y lo delato, además, por
no haber aceptado que lo pusiera aquí como coautor.)
Año III / Nº LXX / 17 de agosto del 2015
Me pareció un modo muy interesante de enseñar a los estudiantes.Seguro que no lo olvidarán xD
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarNo se porque extraña razón tenía esta duda, es maravillosa esta respuesta. Gracias, muchas gracias.
ResponderBorrarMil gracias por la aclaración
ResponderBorrarCaramba, he sido muy descortés con mis lectores. Desde agosto hay comentarios que no habías visto. Muchas gracias a todos por sus comentarios. Feliz de que mis reflexiones hayan sido útiles para ustedes. Ojalá que en el futuro vuelva a acertar. Hasta luego.
ResponderBorrarpor otro lado notese que "corte" es masculino y cohorte es femenino por tanto debe decirse un corte y una cohorte pero nunca (un cohorte o una corte)
ResponderBorrarAngelito, muy aguda tu observación, muchas gracias.
Borrar¡Qué gusto me he dado con este artículo!
ResponderBorrarGracias =)
Muchas gracias
ResponderBorrarSoy española y sigue sin quedarme claro la diferencia existente entre la corte española y una cohorte romana, gracias.
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