lunes, 1 de junio de 2015

La cucha que no es cuchara [LIX]

Laura Jaramillo


         Además de escribir gamelote, de vez en cuando me gusta hacer dulces (tortas, galletas y afines), y muchas veces cuando estoy escribiendo los ingredientes de las recetas, acostumbro abreviar las palabras para poder anotar rápido, porque los ‘chefes’ creen que uno puede mascar chicle y caminar al mismo tiempo, o escribo o veo cómo es que se hace el dulce. En fin, una de esas abreviaturas es la de cucharada, por ejemplo, una cucha de azúcar o una cucha de manteca de quilla, entre otras.
         En ese ínterin, de receta en receta, descubrí, como cosa rara, que en Colombia utilizan mi recurrente abreviatura ‘recetera’, para nominar a todo ser pasado de años. A los abuelos, a los padres y a todo desconocido que tenga pinta de estar pisando el piso 5 o piso 6, y sus sucesivos[1], le dicen cucho (a).
         Curiosamente, la palabra vieja la utilizan los colombianos, la mayoría de las veces, solo para referirse a la mujer femenina, pero de forma despectiva, en especial, cuando la vieja fastidia mucho. Aunque cucha puede llegar a ser despectivo también, solo que eso depende del contexto situacional, o sea, de la señora aquella llamada pragmática.
         Otra curiosidad de cucha es que tanto el masculino como el femenino, modificaron su significado base. En ambos géneros, nuestro significado lo da el DRAE en su cuarta acepción y la define como vejestorio.
         Se deben acordar de mi famosa vecina, que le encanta Colombia tanto como a mí; ella cuando va a mi casa, le dice a mi mamá cucha y a mí cuchita, y nosotras le decimos a ella cuchona, no es que tenga una pila de años encima, pero es una barquisimetana muy vivida. Então, como dicen los lusos, nosotras somos el trío de las cuchas recocheras, y de vez en cuando matamos tigres dando serenatas.
         Ahora, cuando voy a comer, siempre le digo a mi mamá: Cucha, pásame la cucha ahí.

laurajaramilloreal@yahoo.com




Año III / Nº LIX / 1° de junio del 2015





[1] No sé si esta acotación esté de más, pero para los que posiblemente no sepan, los que están en el piso 5 son los cincuentones, y así sucesivamente. Yo todavía estoy en el sótano.

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