Biff hundido en abono tras perseguir a Marty
en Volver al futuro (1985) de Robert Zemeckis
|
Bueno, ya debieron haber aprendido la
lección. Mis artículos no se pueden leer comiendo algo delicioso. Mejor dejamos
la lectura para antes de acostarnos, porque durmiendo se analizan mejor las
cosas. La almohada es una excelente consejera.
Como les venía diciendo, además de toda
aquella imagen (¿la recuerdan?), hay que decir que la bosta es abono para las
plantas, yo sé que lo que sale es distinto a lo que entra, pero aunque no lo
crean ahí van nutrientes muy efectivos para la tierra. El estiércol es un
excelente fertilizante, por lo que hay que aprovechar todo lo que boten los
animalitos del monte.
No es que tenga complejo de
veterinaria, ni tampoco soy campesina, pero alguna vez fui a un campo que es un
paraíso y uno aprende cositas interesantes.
Cuando alguien nos hace una maldad, le
decimos que es una mierda. Pero no es nada malo, nos están diciendo que somos
ricos… ricos en nutrientes.
Cuando nos ofuscamos, como el fulano pelotero,
mandamos a toitico er mundo pa la
mierda. Pero tampoco es la gran cosa la mierda, como ya lo saben, porque
ustedes son inteligentes, es un lugar acogedor, cálido y, como ya vimos, lleno
de nutrientes. Entonces, antes de molestarnos y matar pa comer del muerto,
analicemos la cosa que quizás no sea insulto sino una manera muy perspicaz de
mandarlo a uno a joder pa otro lado.
Otra
imagen, que es muy común, es la de pisar la mierda. Según dicen, eso da suerte.
Yo lamentablemente (¿o afortunadamente?) no he tenido ese privilegio, porque,
al igual que ustedes, brinco como Yulimar Rojas cuando en mi camino diviso a lo
lejos una plastica de perrito.
Fíjense
que no han cambiado su expresión desde que comenzaron a leer el artículo, pero
relájense y analicen todas esas imágenes. Como buen venezolano, cuando alguien
se da un soberano bollo, lo primero que decimos es ¡Mierda! Y después nos destortillamos de la risa.
Así
que la cosa no es tan mala. Como siempre digo, todo dependerá del bendito
contexto. Al final, son solo metáforas… pero ¡qué metáforas!
laurajaramilloreal@gmail.com
Año VII / N°
CCLXXX / 25 de noviembre del 2019
Otros
artículos de Laura Jaramillo: