Jaramillo Laura
No es que ahora me metí a veterinaria.
No. Resulta y acontece que un día enchinchorrá,
me percaté de que tenemos una extraordinaria capacidad para emular ciertas
características o actitudes de los animales, lo cual, no faltaba más, se
refleja en nuestro hablar cotidiano.
Muchas veces estamos hablando de alguien (chismeando, pues) y no
encontramos esa palabra exacta que necesitamos para describirla (como el caso
de vaina). Entonces, inmediatamente,
en la mayoría de las veces, asociamos las características de un animal con ese
alguien, es decir, metaforizamos el lenguaje.
Por esta razón, a continuación les
presento algunos animalillos que tienen actitudes semejantes a las humanas, o
al revés:
Sapo: persona a la que le encanta croar (cantar) de más;
contar los secretos de otras personas. Existe un libro que se titula El cartel de los sapos, escrito por un
colombiano que estuvo asociado al narcotráfico de ese país.
Rata: persona maliciosa. También se le puede decir ratón, ratica o ratuno, todo
depende de la intensidad de la malicia.
Conejo: puede significar dos cosas. Generalmente, hace
referencia a una persona inocente, también se le puede decir blanca paloma, pero en los bajos fondos,
se le dice conejo a la persona que compra o consume droga.
Cuaima piña: persona lista, ágil, peligrosa. Es un
adjetivo común para describir a las mujeres. En Colombia, el equivalente es tatacoa, una serpiente del desierto que
lleva el mismo nombre, la tatacoa. Hasta las telenovelas se les conoce como
teleculebrones, por tener la capacidad de enrollar la historia.
Urraca: persona que habla hasta por los codos. Incluso,
para ser más enfático en el adjetivo dirigido a la persona, es común usar el
pleonasmo urraca parlanchina.
Cacatúa: persona que intenta como que esconder la pila de
años que lleva encima, por medio de maquillajes recargados y ropaje
extravagante.
(En estas dos últimas especies, estoy segura de que
todos, al igual que yo, tienen una vecina híbrida, o sea, cacaturraca.)
Buitre: persona a la que le encanta regocijarse en las
desgracias de otros (no en vano se habla de fondos
buitres). También puede ser una persona capaz de aprovechar las
oportunidades que se le presentan (como el antiguo manager de los Navegantes
del Magallanes, Phil Regan, conocido como El Buitre).
Abeja: persona que está pilas, que sabe cómo actuar ante
las dificultades. También persona que trabaja mucho.
No solo asemejamos el modo de ser, sino
también, el aspecto físico. ¿Cuántas veces no hemos visto un perro igualitico al
dueño? Yo lo certifico.
En
fin, el zoológico de la lengua es tan extenso, al igual que nuestra
creatividad, así que aprovechemos esta oportunidad para asemejar a las personas
que conocemos, amigos, parejas, familiares, conocidos, etc., con cualquier animal,
y enriquecer el maravilloso mundo del lenguaje metafórico.
laurajaramilloreal@yahoo.com
Año II / Nº XXVIII / 27 de octubre del 2014