lunes, 6 de agosto de 2018

¡Qué metáfora tan ‘grinch’! [CCXX]

Laura Jaramillo




El actor Rafael Briceño en el papel de Juan Vicente Gómez
en la telenovela
Gómez (RCTV, 1980)



         Hay un famoso personaje legendario que, al igual que el Niño Jesús, nace todas las Navidades, pero no para alegrarlas, sino para arruinarlas, aunque luego se le ablanda el corazoncito y se rinde ante ese ambiente de paz y armonía. El señor en cuestión es el Grinch.
         Ese personaje verde es conocido por lo malhumorado o gruñón que es. Tengo un vecino que además de tener cara de Juan Vicente Gómez en foto, o sea, serio, también es ‘grinch’; hasta los ratones salen despavoridos de su casa. En fin.
         Todo este intro es porque me he topado con la españolización del nombre de nuestro personaje navideño, gracias a mi progenitora, quien en una conversa por teléfono con su archivecina expresa: “Mijita, es que ahorita to el mundo anda engrinchao”. Yo volteo y la miro con cara de haber escuchado un idioma africano, y me digo: “¿Engrinchao?”.
         Es que resulta que cuando una persona anda molesta, a la defensiva, quizás hasta sensible, ella le dice que está engrinchao. ¡Qué metáfora tan maravillosa! Hay una relación lógica entre la adjetivación y lo que representa el personaje. El Grinch se la pasa molesto y pensando cómo fregarle la Navidad a los que están felices con ella. Además, el mister es verde, y nosotros también “nos ponemos verde” cuando nos alteramos. Todo un mundo de asociaciones.
         Ignoro si alguien más la usa, la conoce o cuál es su frecuencia, pero por el solo hecho de que mi santa madre, como buena sanjuanera, al igual que Aquiles Nazoa, la haya creado, es dignísima de incorporarse al magno diccionario de venezolanismos.

laurajaramilloreal@gmail.com



Año VI / N° CCXX / 6 de agosto del 2018




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