Edgardo Malaver
Cuando nació Alexander, Peppa no se convirtió en prima por segunda vez: tuvo un primo (foto: Channel 4) |
Cualquiera
que me conozca mínimamente sabe que tengo dos hijas. Una tiene 19 años y la
otra acaba de cumplir cuatro. Sin embargo, este artículo no tratará de mi vida
privada. Trata del hábito, extendido sobre todo en los medios de comunicación
social, de decir, cuando a alguien le nace un segundo hijo, que esta persona se
ha “convertido en padre (o madre) por segunda vez”. ¿Esto tiene sentido?
Mucho
sentido no debe tener, porque en el momento en que nace un segundo hijo, sus
padres ya eran padres y lo seguirán siendo en el mismo grado después, no lo
serán ni más ni menos por causa del nuevo nacimiento. Es decir, uno sólo puede
convertirse en padre (o madre) una vez. Lo que pasa cuando tiene un segundo
hijo es justamente eso, que uno tiene un segundo hijo. Y lo que vale para el
que tiene el segundo vale para el que tiene el tercero, el cuarto, etc. Sólo la
primera vez lo lleva a uno de una situación a otra. (Algunos creemos, por
cierto, que no es precisamente al nacer el niño cuando se convierte uno en padre,
sino antes, y la lengua da evidencias de ello también, pero esta idea más bien
cabe en otro artículo.)
Podemos
preguntarnos si alguien se convierte en hermano, en tía, en bisabuelo por
segunda vez, por cuarta, por séptima. Cuando nuestros padres (o uno de ellos) tienen
un segundo hijo, lo que uno dice es, simplemente, que acaba de tener un hermano
(ni siquiera que nos “convertimos en hermanos por primera vez”, que, en sentido
estricto, sería redundante). O cuando mi hermano tiene un segundo hijo, sin
contar que otros hermanos podrían ya tener varios, no digo que me he “convertido
en tío por segunda vez”, sino que tuve un sobrino. Y ahora me faltan energías
para ponerme matemático con el caso del bisabuelo.
Además, por
ejemplo, ¿me “convierto en primo por segunda vez” cada vez que uno de mis tíos tiene
su segundo hijo? ¿Y si sucede que, aunque tenga, por ejemplo, cinco tíos, cada
uno de ellos tiene un solo hijo? ¿Tendré, según la lógica descoyuntada de la
que hablamos, cinco primos sin haberme “convertido nunca en primo por segunda
vez”?
Habrá
quien diga que “convertirse en padre por segunda vez” simplemente es sinónimo
de tener un segundo hijo. ¿Una
expresión puede ser verdaderamente sinónima de otra si no es lógica? Sí, claro
que sí, pero considerando cuán fácil puede ser darse cuenta de la falta de
lógica de algunas expresiones que copiamos de los reporteros de farándula y dadas
las directísimas repercusiones que tiene nuestra forma de hablar sobre nuestra
imagen, bien vale la pena esforzarse en reducir la probabilidad de quedar en
ridículo cuando no pensamos lo que vamos a decir. Al fin y al cabo, hablar
inconscientemente es, más o menos, como haberse convertido en padre, por
primera vez, por segunda, por tercera, sin haberse dado cuenta.
emalaver@gmail.com
Año V / N° CLXXIX
/ 13 de noviembre del 2017
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