Edgardo Malaver Lárez
Marilyn
Monroe le canta Happy birthday a John Kennedy en 1962 |
En la película Vivir (1952) de Akira Kurosawa, el protagonista, Watanabe, descubre
que está a punto de morir y abandona a su familia, su trabajo, todo lo que ha
sido significativo para él durante los 30 años anteriores para deambular,
deprimido, por el mundo. En una de estas andanzas se tropieza con Toyo, una
muchacha que trabaja con él y que es la personificación de la alegría. En
cierta escena, en que Watanabe y la muchacha comen helados en un restaurant,
detrás de ellos, un grupo de jóvenes tienen una torta en la mesa y cantan: “Happy
birthday to you! Happy birthday to you!”.
Varios amigos que vimos la película
juntos en 1990 volteamos inmediatamente hacia Emiko Hasuike, la única japonesa
que conocíamos en la universidad y que estaba con nosotros en el cine. Ella, que
aunque no necesitaba leer los subtítulos estaba demasiado concentrada como para
percatarse de nuestra sorpresa, nos dijo al salir de la sala que la celebración
del cumpleaños, y con ella la torta y la cancioncilla, habían sido introducidas
en Japón por los americanos que llegaron al final de la II Guerra Mundial.
La canción de cumpleaños en inglés es
francamente el summum de la simpleza,
como lo es en francés, alemán, italiano, catalán, chino, árabe y casi todos los
idiomas más conocidos: la escueta repetición del equivalente de la expresión cumpleaños feliz. En español resalta que
el tercer verso no dice lo mismo que en los otros tres, aunque parece que en
todas las lenguas en ese verso se agrega el nombre del cumpleañero. Sin
embargo, la versión del cumpleaños en portugués merecería nuestros aplausos por
su originalidad y variedad lexical, por su generosidad en deseos agradablemente
expresados.
La estrofilla que se canta en Venezuela,
por el contrario, parece un poema de Gustavo Adolfo Bécquer. Acabo de enterarme
de que la canción, escrita por el venezolano Luis Cruz (1930-2012) en 1953 —es
decir, que, en 1962, Marilyn Monroe hubiera podido cantársela a John Kennedy—
se hizo notoria poco después, cuando Emilio Arvelo (1935-), para llenar un
vacío que tenía en un nuevo disco, grabó la versión que todos conocemos.
También se la canta de mil maneras: despacio, rapidísimo (porque a muchos les
molesta, pero nadie deja de hacerlo), a
capella casi siempre, acompañado con cuatro muchas veces, repitiendo
fastidiosamente versos que no se repiten, o, en tiempos recientes, alterando
jocosamente la letra para reírse del homenajeado. Y todo esto pasa en todos los
rincones de Venezuela, en las más humildes condiciones de vida, en los más
lujosos salones de fiesta.
En la noche del jueves 25 tendríamos
que reunirnos los “más íntimos amigos” de Ritos
de Ilación para cantarle, alrededor de una torta de tres velitas: “¡Ay, qué
noche tan preciosa esta noche de tu día...”. Nos comeríamos la torta entre los
19 autores que hemos puesto nuestras palabras en estas páginas y tomaríamos
fotos para que nuestros 292 seguidores sonrieran por nuestra alegría al vernos
en Facebook.
Como pasa en la película de Kurosawa,
lo importante no es la dificultad de llevar adelante la vida, sino la alegría
de vivir. Desde este rinconcito lleno de papeles, como la oficina de Watanabe, que
al final se sobrepone al dolor para volver al trabajo y construir una obra para
su pueblo, brindamos con tantos amigos por los años por venir. ¡Salud!
emalaver@gmail.com
Año III / Nº XCVI / 22 de febrero del 2016
EDICIÓN DEL TERCER ANIVERSARIO
¡Enhorabuena y que sean muchos años más!
ResponderBorrar¡Felicitaciones y felicidades, Ritos! 😁
ResponderBorrarAyyyy!!! Me gustó bastante este Rito profe! Excelente! No tenía ni idea de que esa parte del cumpleaños fuera de autoría venezolana... Y sí, certifico también que en idiomas asiáticos se canta lo mismo, sólo que se añade en el verso que cambia "querid@ [nombre de la persona]cumpleaños felíz"
ResponderBorrarFeliz próximo cumpleaños Rito :) y que los cumpla feliz :)