Laura Jaramillo
El fútbol es un poema
y los
jugadores son los poetas.
Lázaro
‘Papaíto’ Candal
Las crónicas de fútbol no solo están
inundadas de expresiones bélicas, podemos ver también que hay una inclusión de
términos provenientes de variados campos semánticos:
·
Física:
‘Viernes de alta tensión’, Meridiano,
julio 4 del 2014, en relación al encuentro Brasil y Colombia;
·
Literatura:
‘El capitán en su laberinto’, Meridiano,
octubre 21 del 2009, titular relacionado al jugador Juan Arango;
·
Teatro:
‘Costa Rica escribió una tragedia griega’, Meridiano,
junio 30 del 2014, en referencia al juego entre Costa Rica y Grecia;
· Hipismo: ‘Con todos los caballos’, Líder, marzo 4 del 2015, titular que alude a los jugadores de la Vinotinto.
· Hipismo: ‘Con todos los caballos’, Líder, marzo 4 del 2015, titular que alude a los jugadores de la Vinotinto.
Mucho se critica por el uso quizás
inadecuado del lenguaje deportivo, pero el uso de metáforas enriquece la
lengua, de allí que podamos observar que el uso del lenguaje literario sea
común en el mundo del discurso periodístico. Como dijera en alguna oportunidad
el profesor Alexis Márquez: las figuras retóricas no son de uso exclusivo de la
literatura.
El fútbol necesita ser contado con
ingenio, con expresividad, con color, y la mejor manera de hacerlo es a través
de la invención de frases como los titulares: ‘¡Messías!’ (Meridiano, junio 22 del 2014, en referencia al jugador Lionel
Messi); ‘Mordisco al título’ (Meridiano, marzo 23 del 2015, referente al
jugador Luis Suárez que tiene fama de morder a otros jugadores durante los
partidos).
Además, “nuestro lenguaje
está conformado por metáforas, no importa a cuál campo semántico pertenezcan,
ni el discurso en el cual se presenten, lo que verdaderamente importa es que la
metáfora es un instrumento imprescindible para una comunicación exitosa”[1].
No en vano el periodista Lázaro ‘Papaíto’
Candal realiza esa magnífica afirmación, pues gracias a los futbolistas, el
fútbol se convierte en un poema, y, por supuesto, eso debe quedar absolutamente
plasmado en las crónicas, tal como lo expresa Galeano:
En el fútbol, ritual sublimación de la guerra,
once hombres de pantalón corto son la espada del barrio, la ciudad o nación.
Estos guerreros sin armas ni corazas exorcizan los demonios de la multitud, y
le confirman la fe: en cada enfrentamiento entre dos equipos, entran en combate
viejos odios y amores heredados de padres a hijos[2].
laurajaramilloreal@yahoo.com
[1] Jaramillo, L. (2013). El fútbol como metáfora de la guerra. Estudio cognoscitivo de la metáfora bélica presente en las reseñas de
fútbol de los diarios deportivos venezolanos Líder y Meridiano. Trabajo de grado no publicado, Universidad
Central de Venezuela, Caracas.
[2] Galeano, E. (2002). El fútbol a sol y sombra y otros escritos. Buenos Aires: Siglo XXI
Editores.
Año III / Nº LXIII / 29 de junio del 2015
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