A
menudo, en el uso cotidiano que cada hablante hace del lenguaje, se utilizan
términos conocidos como deícticos,
los cuales no son más que palabras que adquieren su significado en el contexto.
Frases
como ¡ahí!; ¡ahí, chico, ahí!; ¡allá, vale!; ¡mira, acá!... son
empleadas frecuentemente, como si ellas indicaran un lugar exacto, como si su
significado determinara con precisión que un objeto se encuentra arriba, abajo,
a la izquierda o a la derecha. No basta con esto, en algunas oportunidades los
emisores agregan pequeños gestos con la boca, hasta que un dedo acude al
rescate y socorre a la víctima, señalando el punto exacto a donde debe
dirigirse.
Lo
cierto es que, con frecuencia, nos ayudamos de adverbios, adjetivos y
pronombres demostrativos para indicar direcciones, lugares, cosas, etc. Sin
embargo, en todas estas ocasiones no siempre se logra el propósito esperado,
por lo que el destinatario debe inferir o apoyarse de la visión para dar con lo
que se está buscando. En el caso específico de una persona con discapacidad
visual, el empleo de este tipo de palabras solo entorpece el acto comunicativo,
pues, en la mayoría de los casos, no se obtiene la reacción esperada en el
destinatario. En dichos escenarios, el uso de adjetivos debe tratarse de la
manera más explícita y específica posible, y los deícticos espaciales se
convierten en los peores enemigos de aquellos que no poseen este sentido tan
valioso de orientación, puesto que, como ya se mencionó, no ofrecen un sentido
de orientación claro; al contrario, su empleo no determina nada en específico y
solo oscurece la comunicación en cierto modo.
Los
adjetivos y pronombres demostrativos deben saberse utilizar adecuadamente, es
decir, su uso debe ser regulado y debe tomarse en cuenta para quién se están
empleando, bajo qué situación y con qué intención. Afortunadamente, la lengua
nos ofrece un catálogo bastante amplio de términos cuasisinónimos, que pueden
reemplazar ciertas palabras en determinados contextos. Siempre podemos utilizar
palabras más específicas que contribuyan mejor con los principios regulativos,
establecidos por Escandell Vidal, de eficacia,
efectividad y adecuación y que ayuden a una persona con discapacidad visual.
danielalejandro.alba@gmail.com
Año VI / N° CCII / 2 de abril del 2018
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