Laura Jaramillo
No todas las personas hablamos y nos
expresamos de la misma forma; nuestra manera de comunicarnos indica de dónde
venimos, lo que nos gusta y, sobre todo, nuestro nivel cultural, lo cual hace
que tengamos tanta imaginación y creatividad para usar nuestra lengua. Por eso,
los venezolanos nos caracterizamos por ser tan expresivos al hablar y por
incorporar nuevas palabras a nuestro léxico diario.
Gran parte
de nuestro vocabulario, además de ser un complejo mundo lingüístico en
constante variación, está lleno de metáforas y expresiones, lo cual nos regala
una identidad. Pensemos por un momento si no tuviéramos una palabra adecuada,
por ejemplo, al momento de pisarnos un dedo con el martillo o con la puerta del
carro (coño), o al momento de nombrar algo de lo cual no nos acordamos (vaina).
A pesar de que el significado base sea distinto, nosotros los hablantes nos
encargamos de darles nuevos significados.
Para los venezolanos, y para muchos hispanohablantes,
como colombianos, cubanos, puertorriqueños, etc., vaina es
algo indefinido, quiere decir todo y no quiere decir nada, define sus
pensamientos y sus palabras. Un momento agradable o desagradable es una vaina.
Aunque vaina puede tener los siguientes
sinónimos: funda, envoltura, recubrimiento, cubierta o cáscara, en el argot
popular, vaina tiene otras connotaciones: cosa poco
conocida (¿qué vaina es esa?); contrariedad o molestia (¿qué
vaina tan seria?); molestar a alguien, decir tonterías (echar vaina);
tener precaución (¡ni de vainas!). También la usamos para calificar
una cosa cuando es mala o buena: Ayer fui a ver una película; ¡qué
vaina tan mala!, no te la recomiendo;
la mala suerte, la vida y el matrimonio ¡son una vaina seria! Todas
registras por el DRAE, y en sus últimas acepciones.
Para algunos son expresiones consideradas vulgares,
porque se piensa que son usadas por hablantes de bajo registro léxico, lo cual
no es cierto, puesto que todo tiene un lugar y espacio, y hasta el más
estudiado puede perfectamente expresarlas; no es lo mismo que un padre le diga
a su hijo cuando ve las notas raspadas: “¿Qué es esto, si lo único que haces es
estudiar?”, que decir: “¡¿Qué vaina es esta, si lo único que haces es estudiar?!”.
A los venezolanos nos gusta estar inventando expresiones
que sacamos de las experiencias que vivimos a diario, porque son esas vivencias
las que nos hacen ser tan ingeniosos con nuestra lengua, porque la lengua
también es una vaina seria.
laurajaramilloreal@yahoo.com
Año II / Nº XVIII / 18 de agosto del 2014
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