Ariadna Voulgaris
De las aproximadamente 1.200 palabras
árabes que forman parte del patrimonio lingüístico español, unas 650 comienzan
con a, que son las más abundantes, y dentro de este grupo, las que comienzan
con al- llegan a sobrepasar las 300.
De esa lista, que me tropiezo estudiando para mis clases de español, he
reconocido 71: Alá, alacena, alacrán, alambique, alarido, alazán, albacea, albahaca, albañal, albarán, albarda, albaricoque, alberca, albóndiga, albornoz, albricias, albufera, albur, alcabala, alcahuete, alcaide, alcalde, alcancía, alcanfor, alcántara, alcaparra, alcaraván, alcarchofa, alcatraz, alcázar, alcoba, alcohol, Alcorán, aldaba, aldea, alfaguara, alfalfa, alféizar, alfeñique, alférez, alfil, alfombra, alforja, algarabía, algarroba, algazara, álgebra, algodón, algoritmo, alguacil, alhaja, alharaca, alhelí, alicante, alicate, aljibe, aljofaina, almacén, almanaque, almea, almíbar, almiral, almizque, almofariz, almogávar, almohada, almojarife, alquiler, alquimia, alquitrán y alubia.
Y todos estos sonidos a la vez conocidos
e importados, reunidos así con sus parientes más cercanamente consanguíneos, me
disparan una enredadera de meditaciones estrafalarias y caprichosas, como la
lengua. Unas cuantas de esas palabras me traen otras imágenes:
- alacrán, que la siento tan venezolana, pero es una palabra tan desértica... y venenosa, como almizque (o más bien almizcle), sustancia poderosa;
- alambique, que es una palabra como ebria, tan llena de alcohol, por dentro y por fuera;
- alazán, que tiene que ser árabe porque árabes son todos los caballos del mundo, ¿no?;
- albóndiga, que es tan carnívora, tan redonda, tan comelona;
- albornoz, que siento como muy de monje capuchino, lo cual no es muy árabe, pero, al final, la vestimenta de los monjes se parece a la de los apóstoles, que eran primos de los árabes;
- alcancía, porque ¿qué es más ahorrativo que un árabe?; ¿y alquiler?, ¿y albarán?, ¿no son también formas de juntar monedas?
- algazara, que suena tan a tertulia española, pero ¿qué es más español que lo árabe?; quizá sólo los alaridos, la algarabía, la alharaca;
Hay otra dulce palabra árabe que nos
confunde a todos por su orientación sex... perdón, por su género gramatical.
Otro día, cuando recupere alguno de mis discos de Celia Cruz, escribiré sobre
ella.
ariadnavoulgaris@gmail.com
Año III / Nº LXXX / 2 de noviembre del 2015
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