jueves, 20 de agosto de 2020

Cóvid… con acento [CCCXII]

Edgardo Malaver

 

  

¿La acentúo, no la acentúo?

 

 

         Hemos ido pasando la pandemia de la enfermedad del coronavirus —para traducirla literalmente del inglés, el idioma en que le pusieron nombre—, hemos ido leyendo de todo sobre ella, hemos ido cambiando nuestros hábitos en casi todos los campos por causa suya, hemos ido renunciando hasta a pasear tomados de la mano por la playa, por un parque, por la calle en que vivimos, hasta hemos ido dando consejos y filípicas a nuestros vecinos, amigos y parientes que cumplen o no los “protocolos de seguridad sanitaria”, algunos hemos llegado al extremo de aprovechar la situación para escribir, y después de tanto esperar y tanto hacer, no hemos reparado en que escribimos mal el nombrecito de nuestros tormentos. No me refiero a su género gramatical, que otro no tiene y ya lo he tratado en otro rito. Me refiero a la ortografía de la dichosa palabra —dichosa porque pocas palabras han sido pronunciadas tantas veces por hora en una sola mitad de año en todos los países del mundo al mismo tiempo durante las 24 horas de cada día sin casi ningún cambio fonético, morfológico ni, desde luego, semántico, aunque seguramente sí pragmático, como esta, que pasará a la historia como la marca registrada del año 2020—. La forma en que escribimos la dichosa palabra en el mundo entero es, por lo visto, la misma. Sin embargo, en los lugares de habla española donde la pronunciamos como palabra grave —hasta ahora luce como lo más frecuente—, habría que escribirlo cóvid, porque las palabras graves, ¿para qué lo repito?, se acentúan cuando no terminan en ene ni en ese ni en vocal. Para que nadie me los objete, pongo ejemplos que terminan también con de: áspid, césped, récord. Si en algún lugar la pronuncian como palabra aguda, entonces no hay más camino que escribirla sin tilde, como unidad, comed, ardid, también para usar sólo ejemplos que terminen con la misma consonante. ¡Esto es todo, amigos!

 

emalaver@gmail.com



Año VIII / N° CCCXII / 20 de agosto del 2020



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