lunes, 11 de mayo de 2020

El extraño caso de la ‘y’ que es más latina que griega [CCCIII]

Daniel Avilán



La colección de trajes de una conjunción




         Hace algún tiempo ya, escribí para Ritos de Ilación este breve artículo sobre el pronombre de lugar y en francés y la evidencia de su uso en los primeros pasos del castellano, así como su presencia morfosintáctica en el ADN de nuestra lengua. Si ya lo leyeron, probablemente se preguntarán, como muchos de mis alumnos y colegas lo hicieron: ¿Y qué tiene que ver la conjunción y con dicho pronombre? Mi respuesta es: nada.
         Verán, la y ([ye]) o “i griega” viene de la grafía del YPSILON, una letra griega cuya realización fonética corresponde con la i del latín (la i latina) y ha ido adaptándose, desgastándose y reformándose con la evolución del idioma. Es muy flexible y ha asumido formas, o como diríamos, actualizaciones, muy variables en lo fonético (hay versus haya) y en lo morfológico (me caigo versus me cayera). De todo esto debe haber explicaciones incontables en todas las disciplinas de la lingüística. Yo, en mi mente un poco naïve, pienso que, por ser una letra foránea en la niñez del castellano, como ocurrió con la j, la x o la z, fue una especie de comodín que estaba dispuesto a asumir riesgos de todo tipo que las inflexibles letras latinas no podían (hasta pronombre de lugar pudo haber sido en algún tiempo).
         La y se ha podido convertir en muchas cosas, pero, ojo, nunca en conjunción. De hecho, me acaba de decir Edgardo que grandes escritores y académicos de principio del siglo XX usaban aún la i como conjunción coordinadora. Más bien me parece que la conjunción de coordinación se transformó en la forma gráfica y y ya voy a explicar cómo y por qué.
         En latín (de donde el castellano saca la mayor carga genética) la conjunción de coordinación se escribe et y ésta ha pasado a la mayoría de las lenguas herederas como e, et, i, è, pero se siguió usando et en ámbitos jurídicos, administrativos y académicos por muchos siglos. Recuerdo que, para una investigación que tuve que hacer en la Academia de la Historia en Caracas, me topé con manuscritos viejísimos, unos más que otros, en los que figuraba, en perfecto castellano, la conjunción et, a veces en su forma ligada &. Ésta última se usa actualmente en muchos idiomas porque resulta más económico; en inglés, por ejemplo, es mucho más corta que la conjunción and. Pero en castellano la y es más fácil de escribir y, por lo tanto, más económica. Lo que me lleva a observar que, en la caligrafía, la escritura a mano, ese garabato que significa et fue cambiando convenientemente a una grafía más fluida, similar a la y.
         Yo me atrevo a concluir, y quedo abierto al debate, que la conjunción y es una deformación gráfica de &, que es a su vez la ligadura de et y que todo su recorrido se debe puramente a la necesidad de rapidez en la escritura a mano. Entonces, la conjunción y en castellano parece griega, pero es tan latina como la i.

daniel.avilan@gmail.com



Año VIII / N° CCCIII / 11 de mayo del 2020



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