jueves, 3 de noviembre de 2022

NOVEMBRIS... un año tarde [CDI]

Ariadna Voulgaris

 

 

Fieles y fieles difuntos. Las benditas ánimas
del Purgatorio (1772), atribuido
a Juan Pedro López

 

 

 

         El año pasado me propuse escribir para Ritos de Ilación por lo menos 12 notas, una por mes, para explicar el nombre de cada uno. Los que nos siguen se dieron cuenta de que ya para mayo se me iba acabando el combustible, y fue más bonito hablar de poesía —mi tía Andrea y Juana de Ibarbourou me dieron la excusa—. Para julio, la musa me abandonó y el profesor Malaver tuvo que correr en mi auxilio. Con la energía de la Navidad pude terminar el año, pero quedé con esta deuda.

         Pues bien, la etimología de noviembre es, como la de los últimos cuatro meses del año, aburrida; su relato se limita a anotar que significa ‘noveno mes’ y que antes del calendario juliano precedían... ¡a enero y febrero! ¿Qué otra cosa, más entretenida, se puede decir de noviembre?

         En la mente de muchas personas es un mes así como luctuoso; imagínense que apenas comienza, ya se celebra el triste Día de los Fieles Difuntos; sí, mis estimados, a pesar de eso, de ser triste, en muchos países se celebra. En mi mente es una especie de antónimo de abril y mayo, que tienen fama de meses floridos, llenos de color, música y alegría.

         En el mundo de la sabiduría popular, existen dos expresiones que, por lo que dice el diccionario, se utilizan en España y a mí me parecen de lo más encantadoras. Terminado noviembre, el que no sembró que no siembre, dicen en algún lugar de la Madre Patria. Eso me pasó en el 2021. Se acabó noviembre y tuve que dejarlo para la siembra de este año. Uno piensa que es una simple rima, pero también podemos aprender que cuando deja pasar las oportunidades, no vale la pena intentarlo más tarde. Tiene que ser en el momento preciso, y hay que desarrollar el sentido necesario para reconocer la oportunidad y para reconocer cuándo ya ha pasado. En Venezuela, cualquiera piensa que se trata de una reflexión sobre la holgazanería. Una vez que pasa noviembre, dirán algunos, ya los proyectos no iniciados mejor que se queden para enero, porque ¿qué tiempo vamos a tener en diciembre de crear y trabajar si lo que viene es Navidad?

         La otra expresión es noviembre lluvioso, año copioso. Otra vez la rima, no sé pa qué la nombro, si es lo más típico de los refranes y expresiones populares. Parece augurar que el año siguiente como que va a ser buen año, pero para eso tiene que pasar que en noviembre llueva mucho, y seguro que si es en el día de Todos los Santos o en el de los Fieles Difuntos, mejor. Pero no es sólo la rima. ¿Qué más copioso que la lluvia? ¿Qué piensa uno cuando llueve en la última noche del año? Que el año que comienza esa noche va a ser lluvioso. Y después de eso, es fácil conectar con la abundancia y, por ahí, con la prosperidad... pero desde noviembre mismo.

         Por último, quiero comentar una exconfusión, es decir, una confusión que, leyendo y escribiendo sobre este tema, logré aclarar: que el Día de los Fieles Difuntos no se recuerda a unos difuntos que son o han sido fieles sino a todos los fieles que han muerto. Aquellos de los difuntos que, además de todo, permanecieron fieles a Dios en vida, ahora, además de polvo, son felices. Debe ser por eso que tiene sentido celebrarlos.

         ¡Feliz noviembre!

 

ariadnavoulgaris@gmail.com

 

 

 

Año X / N° CDI / 3 de noviembre del 2022

 

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