lunes, 24 de junio de 2024

Enshittification [CDLXVI]

Luis Roberts

 

 

 

Cartel en una panadería artesanal. Foto del autor

 

 

         Hace algunos años, un alumno me preguntó al final de la clase: “¿Cómo hacían ustedes los traductores antes de que existiera Internet?”. Yo le contesté: “¿Cuántos de ustedes saben dónde está la Biblioteca Nacional en Caracas?”. Sólo un par de alumnos de una muy concurrida clase levantó la mano. Proseguí: “Pues pasábamos horas ahí consultando, investigando”. Hoy “a golpe de un clic” tenemos la consulta resuelta. O eso parecía. Por eso siempre decía, y digo, a mis alumnos que para ser un buen traductor se necesitan tres condiciones principalmente: 1. conocer muy bien tu idioma; 2. usar la cabeza (si hay algo en ella utilizable al respecto), y 3. consultar con el amigo, “el pana” Google.

         Hoy el 92 por ciento del total de las consultas en la red se hacen por Google, que el 14 de mayo ha anunciado que incorpora la inteligencia artificial a su buscador. La IA está acabando con los traductores y con esta medida de Google va a dificultar bastante más la consulta. Google pretende “monetizar” las búsquedas, es decir, aumentar los beneficios para sus accionistas, por eso cuando haces una consulta cualquiera, con un poco de suerte tienes que esperar a la segunda página para que te indique algo parecido a lo que buscas, pues en la primera todo, o casi todo, es publicidad, con Amazon a la cabeza, eso sí, aunque busques “cómo es el impacto del cambio climático en la Antártida”, por ejemplo.

         Parece ser que hay un truco para evitarlo en las búsquedas tecnológicas y es añadir a la URL la línea de código “&udm=14”; y otro más, añadir “before 2023”. Suerte.

         Todos conocemos la maravillosa capacidad del idioma inglés para convertir en verbo cualquier sustantivo. Pues bien, para esta deriva de Internet el escritor y activista canadiense Cory Doctorow se inventó en 2022 el sustantivo enshittification, y su equivalente verbal, enshittify, de shit (mierda), que la American Dialect Society, que recoge el léxico usado en Estados Unidos desde 1889, eligió en 2023 como la palabra del año. Todavía no hay traducción al español, pero la duda está entre “enmierdamiento” o “mierdificación”.

         Hace unos días, ya con la bendita IA funcionando, se preguntó a Google “cuántas piedras debíamos comer al día”. La respuesta del buscador fue que “al menos una de tamaño pequeño para mejorar la salud digestiva y aportar minerales como el calcio y el magnesio”. La referencia académica de tamaño dislate era nada menos que un trabajo de un equipo de geólogos de la Universidad de Berkeley. La realidad era que la IA había copiado un artículo de The Onion, un periódico satírico muy popular en Estados Unidos, como nuestro Chigüire Bipolar.

         La publicidad “monetiza” rápidamente, pues vivimos lo que se está llamando “la cultura de la dopamina”: satisfacción instantánea, compulsión de rapidez adictiva, contestar ya, comprar ya, empatarse ya, información muy limitada, pero rápida, etc. Eso nos lleva al otro gran problema, el de las redes sociales, la otra cara, y esta aún más fea, de Internet, donde un limpiador de piscinas tiene 15 millones de seguidores en Tik-Tok, con más de 400 millones de likes (eso es lo que monetiza), o donde un loco de atar telegrammer, funda un partido llamado “Se acabó la fiesta”, para presentarse en España en las elecciones europeas y obtiene tres escaños gracias a los 800.000 votos de unos descerebrados cabezas rapadas, por fuera y por dentro. Pero lo de las redes sociales da para otro artículo, así que terminemos con Google y con una frase que no es mía, sino de César Astudillo: “Si es gratis, entonces el producto eres tú”.

 

 

 

luisroberts@gmail.com

 

 

 

Año XII / N° CDLXVI / 24 de junio del 2024

DÍA DE LA BATALLA DE CARABOBO