lunes, 2 de enero de 2017

Perú (III) [CXXXVII]

Edgardo Malaver


Estampilla cubana conmemorativa 
de los 450 años del Descubrimiento 
de América



         La expresión del presente adquiere diversas formas en cada lengua y, dentro de cada una, en diferentes lugares. Normalmente es expresado por el verbo, pero hay otras formas de señalarlo, la más frecuente mediante adverbios. Sin embargo, existen también idiomas en los que se lo deja implícito, es decir, una oración sin marcas de tiempo se interpretará siempre en presente.
         En español, regularmente, acompañando o no el presente del verbo, encontramos los adverbios o construcciones adverbiales. Decimos: “Está lloviendo ahora”, pero también “Está lloviendo en este preciso instante”. Nuestro presente puede ser inmediato, el del momento exacto de la enunciación, o más amplio, cuando se refiere a una época de años, décadas o incluso siglos. El contexto nos da las claves. Podemos oír decir: “Hoy es sábado”, porque el día anterior ha sido viernes; pero también “Hoy las mujeres tienen derecho al voto” porque hace 50, 100, 120 años no era así.
         El adverbio hoy, justamente, es tan versátil que en ocasiones nos vemos obligados a combinarlo con algún otro o con algún sustantivo o sintagma para lograr la precisión que intentamos imprimir a nuestra comunicación. Por ejemplo, “Hoy en día no existen ya los caballeros andantes”. Nuestros oyentes nunca pensarán que la semana pasada —a pesar de la buena falta que hace— andaba Amadís de Gaula por la Gran Manzana auxiliando doncellas desamparadas. En muchos lugares hoy en día es intercambiable por hoy día.
         No es así en Perú. Aunque también se oye en Chile, en Perú hoy día significa exclusivamente ‘el día de hoy’, ‘dentro de las presentes 24 horas en que estamos viviendo’. Quizá sea más sencillo reconocer a un hablante del español de Perú por el uso de esta construcción que por cualquier otro rasgo de su habla, sea cual sea su nivel educativo o su oficio, dentro o fuera de su país.
         Desde hace años, se me ha antojado —o, como diría don Quijote, tengo para mí— que los peruanos podrían haber heredado esa expresión de Bartolomé de las Casas (1474-1566). Es una impresión más literaria que científica que me despertó un día en clase la lectura de su Brevísima relación de la destruición de las Indias, de 1552. Por arriesgada que sea esta afirmación, Fray Bartolomé utiliza a menudo una expresión con la que se siente que hace un esfuerzo por precisar que se refiere al momento en que escribe, en oposición a la vaguedad temporal que implican expresiones como actualmente, hoy en día o incluso el sencillo hoy.
         Dice, por ejemplo, “Desde que entraron en [esta] tierra hasta hoy, [...] han embiado muchos navios cargados, é llenos de Indios por la mar á vender a Santa Marta [...], é hoy en este dia los envian” (De las Casas, 1815, 123). Hoy en este día. ¿Será esta la expresión, que no debe haber sido creada por Fray Bartolomé, el antecedente del aparentemente peruano hoy día? Lo sea o no, el esfuerzo por fijar su ‘momento actual’ es evidente. En otros pasajes da hasta tres indicaciones de presente inmediato en la misma oración: “Y otra cosa no han hecho de quarenta años á esta parte, hasta hoy, e hoy en este día lo hacen” (p. 4). Que no quede duda: es hoy, no ayer ni mañana.
         Quién sabe si estoy exagerando con mis intuiciones, pero lo cierto es que cada pueblo se las arregla para expresar, de un modo u otro, en una geografía u otra y a lo largo del tiempo, todo lo que la realidad le ofrece. Y quizá no estemos conscientes de ello, pero el pasado es la principal influencia del presente. Por lo menos en el español de Perú es así hoy día.

emalaver@gmail.com


Bibliografía
De las Casas, B. (1815). Brevísima relación de la destruición de las Indias. Lima: COFIDE-Universidad de San Marcos.





Año IV / N° CXXXVII / 2 de enero del 2017

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