lunes, 2 de abril de 2018

¿Qué aclaras, que oscureces? [CCII]

Daniel Álvarez


Homero y su guía
William Buguereau, 1873



         A menudo, en el uso cotidiano que cada hablante hace del lenguaje, se utilizan términos conocidos como deícticos, los cuales no son más que palabras que adquieren su significado en el contexto.
         Frases como ¡ahí!; ¡ahí, chico, ahí!; ¡allá, vale!; ¡mira, acá!... son empleadas frecuentemente, como si ellas indicaran un lugar exacto, como si su significado determinara con precisión que un objeto se encuentra arriba, abajo, a la izquierda o a la derecha. No basta con esto, en algunas oportunidades los emisores agregan pequeños gestos con la boca, hasta que un dedo acude al rescate y socorre a la víctima, señalando el punto exacto a donde debe dirigirse.
         Lo cierto es que, con frecuencia, nos ayudamos de adverbios, adjetivos y pronombres demostrativos para indicar direcciones, lugares, cosas, etc. Sin embargo, en todas estas ocasiones no siempre se logra el propósito esperado, por lo que el destinatario debe inferir o apoyarse de la visión para dar con lo que se está buscando. En el caso específico de una persona con discapacidad visual, el empleo de este tipo de palabras solo entorpece el acto comunicativo, pues, en la mayoría de los casos, no se obtiene la reacción esperada en el destinatario. En dichos escenarios, el uso de adjetivos debe tratarse de la manera más explícita y específica posible, y los deícticos espaciales se convierten en los peores enemigos de aquellos que no poseen este sentido tan valioso de orientación, puesto que, como ya se mencionó, no ofrecen un sentido de orientación claro; al contrario, su empleo no determina nada en específico y solo oscurece la comunicación en cierto modo.
         Los adjetivos y pronombres demostrativos deben saberse utilizar adecuadamente, es decir, su uso debe ser regulado y debe tomarse en cuenta para quién se están empleando, bajo qué situación y con qué intención. Afortunadamente, la lengua nos ofrece un catálogo bastante amplio de términos cuasisinónimos, que pueden reemplazar ciertas palabras en determinados contextos. Siempre podemos utilizar palabras más específicas que contribuyan mejor con los principios regulativos, establecidos por Escandell Vidal, de eficacia, efectividad y adecuación y que ayuden a una persona con discapacidad visual.

danielalejandro.alba@gmail.com





Año VI / N° CCII / 2 de abril del 2018

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