lunes, 12 de agosto de 2024

Una de semántica [CDLXXIII]

Edgardo Malaver Lárez



Raskolnikov y su casera... otra palabra que va y viene





¿Qué edad tenía usted cuando se dio cuenta de que alquilar y alquilar significan acciones diferentes e incluso contrarias? Sí, sí, alquilar y alquilar, es decir, ‘ceder temporalmente y bajo ciertas condiciones una propiedad a alguien a cambio de dinero’ y ‘usar esa propiedad por el pago de una cantidad de dinero cada cierto tiempo’. Yo te alquilo la casa y tú me alquilas la casa. El propietario y el inquilino ejercen acciones diferente, incluso contrarias, pero las dos se llaman por el mismo nombre. ¿Se habrá quedado así esta situación —cuando sea que haya aparecido así, bajo la forma de coincidencia, que no de sinónimo— porque, cuando esta dichosa palabra saltó del árabe al español? Lo que sí coincidía era el nombre alquilé, es decir, la cantidad que tenía que cambiar de manos, que en ambos lados de la transacción se llamaba igual, aunque en este caso no se confundía ni se confunde nadie.

Pasa lo mismo con el sustantivo huésped, ‘el que se alberga, se hospeda, en un lugar’ y ‘el que lo recibe, lo hospeda’. Aunque no siempre hay transacción financiera en este caso, ¿será, como en el anterior, meramente cuestión de dinero?


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Año XII / N° CDLXXIII / 12 de agosto del 2024


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