lunes, 6 de marzo de 2017

Adiós [CXLII]

Ariadna Voulgaris


“Hasta la vista, baby”, parece expresar la mano de Terminator
al despedirse de John Connor antes de autodestruirse



         ¿Ustedes cómo se despiden? ¿Dicen adiós o hasta luego? ¿Dicen hasta luego o chao?
         Miles de personas en todo el mundo de habla española temen despedirse diciendo adiós porque creen que eso hará que sea la última vez que vean a su interlocutor. Yo me pregunto si esta palabra será así de mágica o si es superstición o prurito de la gente.
         Cierto que uno siente que puede faltar menos tiempo para volver a verse cuando utiliza hasta luego, hasta la vista y otras. Adiós, de verdad, tiene un halo más definitivo, pero, por su origen, puede ser lo mejor que nos lleguemos a decir cuando nos despedimos. Mi diccionario de etimología dice que adiós proviene de la expresión a Dios te encomiendo, a Dios encomiendo tu alma (o tu vida, tu destino).
         No es extraño que se hiciera toda aquella prosopopeya en la antigüedad, cuando las comunicaciones de larga distancia eran casi inexistentes y al irse uno de viaje, no había manera, que no fuera la fe, de imaginar siquiera cuándo volveríamos a ver a la familia y a los amigos. Ni ellos a uno.
         También solía usarse, como lo ha hecho hace poquito Joaquín Sabina, con Dios, que es algo así como apócope de con Dios te dejo, con Dios vayas, con Dios quedes. Tiene que haber sido, digo yo sin pretensiones de tener la razón, la mayor posibilidad (o a lo menos la expectativa) de volverse a ver, que debe haber venido con la Revolución Industrial, o paulatinamente después de ella, que se empezó a sentir que era mejor usar esas otras variantes, como el curioso chao o el refinado buenas tardes.
         Veamos algunas de las despedidas más frecuentes:

Hasta luego. Es como informal, cercano, amistoso. No hace falta ser muy adulto ni muy joven para usarlo
Buenos días, tardes, noches. Es quizá lo más formal que pueda emplearse para despedirse en el trabajo, en oficinas del Estado, en el lugar donde uno estudia. Sin embargo, es tan común que uno suele utilizarlo cuando, en la noche, se va a dormir y deja a la familia, o parte de ella, instalada frente al televisor.
Chao. Todo el mundo les va a decir que nos lo han regalado los italianos. Sin embargo, como en italiano se utiliza también para saludarse al encontrarse, yo que ustedes investigaría más esta etimología.
Nos vemos. Quizá sea el que indica la mayor expectativa de reencontrarse pronto. Nos vemos más tarde, pronto, después.
Hasta la vista. Igual que el anterior, pero en este caso se siente que, por más que se crea que será pronto, no se sabe cuándo volveremos a vernos. ¿Se acuerdan del robot personificado por Arnold Schwarzenegger en Terminator, a quien John Connor enseña a decir: “Hasta la vista, baby”?
OK. Aunque no siempre se escribe así porque es una imitación del inglés, es la despedida más informal que puede pensarse, porque, como ya saben, es equivalente a ‘estamos de acuerdo’.
Dale. No lo usen. Es que no tiene mucho sentido. Parece provenir del vocabulario hamponil.

         Ya está bien. Aunque despedirse a veces es difícil y aunque entre nos no sea verdad, como dice Sabina, “para decir con Dios, a [nosotros] nos sobran los motivos”.

ariadnavoulgaris@gmail.com




Año V / N° CXLII / 6 de marzo del 2017

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