Laura Jaramillo
En tiempos idos, las
retretas eran una constante en la plaza Bolívar de Caracas (foto: C.E. Misle, 1964) |
Recuerdo que hace algunos
años en la fiesta de graduación de mi prima, como de costumbre, a la mitad del
bonche, y pa seguir con el bochinche, llegó un grupo musical bastante agradable
en su son. Como lo normal, todos salimos a echar un pie. Era un son de antaño,
como de los años 50. Cuando me dicen su nombre, me sonaba como a retrete, pero
no, era retreta.
Luego, con el tiempo, me
reencontré con la palabra, lástima que no fue con el grupo, pero con un
significado bastante singular, al menos no la había escuchado antes: en el
banco había una retreta e gente. Cuando pregunto qué es eso, me dicen: chacha,
que el banco estaba cundío e gente. Ahí sí me cayó la locha, porque cundío sí la conozco sobradamente, pues
acostumbro decir, cuando me preguntan cómo estaba el metro, que estaba cundío
o hasta los tequeteques.
Según el DRAE, retreta proviene del francés retraite
y tiene las siguientes definiciones:
1. f. Toque militar que se usa para ordenar retirada o para
que la tropa se recoja por la noche en el cuartel. 2. f. Fiesta nocturna en la que
las tropas de diferentes armas recorrían las calles con faroles, antorchas,
músicas y a veces carrozas con atributos varios. 3. f. C. Rica y Cuba.
Función musical nocturna al aire libre, generalmente en parques y paseos. 4. f. Ven.
Concierto que ofrece en las plazas públicas una banda militar o de cualquier
otra institución.
La idea principal de retreta
es de multitud, de cantidad de algo en un lugar. Pero no es solamente retreta;
rememorando el artículo del colega, hay autopistas de hombres, vergajazo de gente, mierdero de muebles (estas dos últimas tienen un aroma a
Oriente y un gusto en su pronunciación), coñazo de cervezas, retahíla
de frases, sarta de mentiras y ristra de groserías.
Además de las mencionadas por
el profe, también tenemos parranda: el examen tenía una parranda de
preguntas; sarapanda: el mercado estaba rodeado de una sarapanda de
bachaqueros. O el cardumen de gente. Cuando vemos a alguien bastante entraíto en años, decimos que tiene una pila
de años encima. Recuerdo también a la mamá de una amiga decir que aquí hay
chinos como arroz picao.
En fin, tiene razón el profe
Malaver, los usuarios de la lengua tienen la capacidad infinita de crear
metáforas, en este caso numéricas, las cuales son supremamente geniales y
asombrosas.
laurajaramilloreal@yahoo.com
Año
IV / N° CIX / 23 de mayo del 2016
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