Sara Cecilia Pacheco
En ocasión de mis veinte años en Venezuela
Tenía diez años y quería integrarme.
Practicaba frente al espejo palabras, expresiones, frases como ¡Cónchale, vale! Me esforcé y lo logré
al punto en que hay quien tras tiempo de conocerme no sabe que no nací aquí. No
solo quería aprenderme las palabras, dejar de nombrar a la lechosa, papaya; quería también aprenderme el
cantaíto. Quería hacerme imágenes. Quería adueñarme de ellas. Entre esas
palabras estaba merequetengue, tan
larga, tan sonora, difícil de definir... Hoy en día puedo decir con total
naturalidad que merequetengue es así
como un tira y encoje, algo entretenido, un asunto que es como confuso,
movedizo…
Solo ahora se me ocurre buscarlo en el
diccionario. Y no está. Mi intuición me lo decía hace veinte años. Busco y
busco y resulta que, como yo, esa palabra con tanta sonoridad venezolana no es
de aquí, es cocoliche —una jerga de inmigrantes italianos—. Y tal como
entendemos todos, significa lío, desorden, caos... Un maracucho ya lo explicó
en Internet: http://maracucholario.blogspot.com/2013/08/merequetengue.html.
Por cierto, nunca he escuchado la
canción de Porfi Jiménez.
¿Ven cómo me adueñé de este
merequetengue?
sarace.pacheco@gmail.com
Año
II / N° IX / 26 de mayo del 2014
Hola, me encantó tu post. Gracias por apreciarnos 😊
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