Edgardo Malaver Lárez
Locos y locainas de La Vela de
Coro, Falcón Foto: El Carabobeño |
Tarde
o temprano tenía que suceder, tarde o temprano íbamos a encontrar la prueba
irrefragable de que la arepa no es venezolana ni colombiana, sino que la trajeron
los extraterrestres. Los diarios El Cucuteño, de Colombia, y La Señal
de San Antonio, de Venezuela, acaban de publicar simultáneamente, en su
edición de ayer, 27 de diciembre, un informe sobre los hallazgos de los
investigadores de la Universidad de Londres y la Sociedad Nacional de
Arqueología de Estados Unidos en la biblioteca de la antiquísima Misión de los
Franciscanos en Santa Clara de la Piedra, que permite llegar a tal conclusión.
El
informe, firmado por los dos responsables de la investigación, Peter O’Connor y
Martha C. Lee, comienza afirmando que han reunido información suficiente que
podría poner fin a la disputa entre los venezolanos y colombianos acerca de
diversos elementos culturales de gran interés en la historia de ambas naciones;
sin embargo, la pieza fundamental de los hallazgos es, sin duda alguna, una
carta encontrada la semana pasada en la sección de libros raros, dirigida por
el abad de la congregación, fray Emiliano González de Zárate, al papa Julio II
entre los años 1510 y 1514.
Según
O’Connor y Lee, en la carta fray Emiliano informa al papa que ha llegado al
convencimiento de que los indígenas del lugar habían recibido la visita de
seres extraterrestres (“res alieni”, “viris ex aliis planetis”) entrenamiento
especializado para el cultivo de diversas especies vegetales, además de lo que
hoy llamaríamos la “receta” de diversas comidas que se preparan aún en la
región. Uno de ellos, expresa el informe, “sería el alimento básico de Colombia
y Venezuela, que los ‘viris ex aliis planetis’ llamaban por el nombre de
‘arepe’ o ‘arepa’”. También dan indicaciones precisas de cómo hacer el fuego y la
superficie en que debe cocerse la arepa.
“Infortunadamente,
falta al menos una página del valioso documento, que calculamos que
originalmente tenía seis o siete”, dicen O’Connor y Lee. “La página faltante,
junto con el resto del original, que no está en buenas condiciones, debe estar
en la Biblioteca Vaticana, dado que iba dirigida al papa”.
Con
estos hallazgos, opinaron otros expertos consultados por El Cucuteño,
quedaría pulverizadas las hipótesis lingüísticas según las cuales el vocablo arepa
provendría del idioma hablado por los cumanagotos a la llegada de Cristóbal
Colón. Lo que es más, por datos que asoman los arqueólogos británicos y
americanos sobre la fecha de la visita de los seres alienígenas y los otros
lugares del mundo donde habían aterrizado, puede llegarse a pensar ahora en la
posibilidad de que hasta los bisabuelos de Jesucristo hayan comido arepas en la
Palestina prerromana.
Ni
en Venezuela ni en Colombia se habían hecho investigaciones de esta naturaleza
en la misión de Santa Clara de la Piedra, cuyas ruinas subsisten sobre la
margen izquierda del río Táchira. La “vetusta construcción, que data del año
1500”, según el informe, fue abandonada antes del comienzo del siglo XVII (como
había deducido un trabajo anterior de O’Connor), y lo único que permanece, casi
intacto, es el sótano de la biblioteca, donde apareció el manuscrito.
Al
final de la nota, ambos periódicos indican a sus lectores que si habían leído
hasta ese punto, entonces merecían saber que todo el texto ha sido escrito como
una broma del Día de los Inocentes.
emalaver@gmail.com
Año X / N° CDIII / 28 de diciembre del 2022
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Mal de amores con
tenguerengue
Lo supe inmediatamente que leía los apellidos del papa “González de Zárate” que identifica a mi primo hermano monseñor Jesús González de Zárate (Josu). Muy buena presentación.
ResponderBorrar*identifican (concordancia)
ResponderBorrar🤣🤣🤣🤣🤣
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