lunes, 15 de agosto de 2016

Los Juegos Olímpicos como 'pluralia tantum' [CXIX]

Edgardo Malaver



No hay información definitiva al respecto, pero se cree
que los atletas de la antigüedad competían desnudos



         Los Juegos Olímpicos han comenzado oportunamente. No sólo han llegado para aprovechar el verano, como cada cuatro años, y para descansar un poco de las controversiales noticias políticas de Brasil, sino además para sumarse a esta seguidilla de artículos sobre el plural que tenemos en este momento en Ritos de Ilación. Lo oportuno es que, aunque nadie necesita que se lo diga, el nombre Juegos Olímpicos es plural. Siempre es plural, como Olimpíadas. Estos y otros son plurales tan curiosos que la gramática les ha asignado una habitación aparte, en cuya la puerta dice: “Pluralia tantum”... en latín, ¡madre mía!
         Pluralia tantum equivale a ‘todos plurales’, ‘solamente plurales’ o, como dicen algunos autores, ‘plurales inherentes’, sustantivos que se usan únicamente en plural. Esta particularidad se debe a que no se presentan nunca en la realidad en forma de un solo individuo, objeto o acontecimiento. Siempre existen sólo como grupo numeroso, al menos doble. Uno nunca dice, por ejemplo, “Yo vivía en la afuera de la ciudad” ni “La finanza del Estado funciona mal”. Aunque nos parezca, en la lengua hablada, que no es verdad porque es muy común decirlos y oírlos en singular, los sustantivos tijeras, pantalones y bigotes pertenecen al grupo de los pluralia tántum. También nos pasa con calzones, pinzas y tenazas, pero no con lentes (y sus sinónimos), esposas y riendas.
         Hay quienes se han puesto en la minuciosa tarea de explorar el reino de los pluralia tántum y han descubierto regiones que han bautizado ‘de alimentación’ (que incluye comestibles, víveres, espaguetis, etc.), ‘de dinero’ (fondos, emolumentos, ingresos, etc.), ‘de actitud’ (arrumacos, modales, ínfulas, etc.), ‘de objetos menudos’ (añicos, residuos, trizas, etc.), ‘de matrimonio’ (arras, nupcias, esponsales, etc.), ‘de anatomía’ (sesos, entrañas, facciones, etc.), ‘de lugares’ (andurriales, adentros, lares, etc.). También aparecen en términos especializados como artes marciales, cuidados intensivos y juegos olímpicos. El reino es tan extenso, que cada autor anota un nuevo territorio que el anterior no había cartografiado.
         También son fácilmente observables en expresiones como volver a las andadas, estar de malas pulgas, hacer buenas migas y mil otras. No vamos a ganar indulgencias con esta información, pero para cubrir las apariencias, escondiendo los cabos sueltos y para no dar largas al asunto, será mejor soltar las amarras y despedirnos.
         Concentrémonos en los juegos, que ya ha entrado en los anales de la historia por el número de delegaciones que asisten, 207, ¡qué pluralidad!, y por ser los primeros que prepara un país de América del Sur y de habla portuguesa. Salve, atletas, que ganen los mejores. ¡Citius, altius, fortius!

7 de agosto del 2016


emalaver@gmail.com





Año IV / N° CXIX / 15 de agosto del 2016



4 comentarios:

  1. Qué buen artículo, profesor. ¡Cuántos plurales!

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  2. Con tantas S mi querido y adorado primo quede plurada....jajajaja, me encanta leer lo que escribes, muy acertado el momento para respirar no sólo de la política de Brasil sino, de la de los Venezolanos. Es evidente que Tves, en vez de transmitir cadenas, ahora pasa jornadas completas de competencias deportivas, que si bien es cierto ha cometido errores en sus narraciones, al menos, se ha convertido en un canal opción para disfrutar de unas olimpiadas de historia, por ser la primera en nuestro adorado circunspecto sur.

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  3. Gracias a Gabriela, a María Gabriela y a mi prima Lilibeth. Estoy feliz de que les haya gustado y que incluso les haya servido para reflexionar sobre nuestra situación.

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