Camila Guette
Son las palabras los embriones de las
ideas, el germen del pensamiento, la estructura de las razones...
Alex Grijelmo
Y ¿qué hay
del nominativo: yo, tú, él...;
del acusativo: me, te, se...
o del dativo: a mí, a ti, a él? Siempre se nos dice: “Primero dominen y luego cuestionen su
funcionamiento”, pero es inevitable detener el espíritu crítico que nos invade
ante lo extraño. Preguntar “¿cómo?, ¿para qué?” y no “¿por qué?”, he allí la
solución. No existe respuesta a “¿por qué el verbo al final en alemán?, ¿por
qué ich heirate dich (yo te caso) y no, como en español, “yo me caso contigo”?
Cada lengua
nos presenta una manera de narrar el mundo, las diferentes perspectivas con las
que cada civilización fue dibujando con palabras su realidad. No debemos dejar
de cuestionarnos, solo debemos repensar nuestras preguntas. Dando cabida ahora
a un “¿por qué?”: ¿por qué debemos evitar comparar la lengua extranjera con
nuestra lengua materna? Permítanme la osadía de pasar por alto las teorías
psicolingüísticas y argumentar a favor de la importancia de comparar las
lenguas y traducir mientras aprendemos un idioma nuevo.
Al que aprende alemán por primera
vez se le enseña que, a diferencia del español, el alemán es una lengua de
casos. Si bien el español no es una lengua desinencial, debe existir alguna
razón por la cual decimos “para ti” y no “para tú”, “a ti” y no “a tú”, “la
rosa roja” y no “la rosa rojo”. Si el aprendiz de alemán comprende estas
variaciones del español, comprenderá más fácilmente el funcionamiento de los
casos en alemán. ¿Para qué declinamos en alemán? Para lograr una armonía
sintáctica, morfológica y hasta fonética, de la misma manera que en español
evitamos decir “la agua” o “con tú”. No olvidemos que tanto el español como el
alemán aún conservan en lo más profundo de sí el genio del latín, el germen del
pensamiento romano.
camila.guette@gmail.com
Año III / Nº LII / 13 de abril del 2015
La afamada página Nalgas y Libros ha puesto este artículo de Camila Guette entre sus lecturas de abril en Twitter: http://lecturasnyl.blogspot.com/2015/04/que-en-espanol-no-se-declina-por-camila.html. Gracias, Néstor y Ana.
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