Laura Jaramillo
El
beisbol forma parte de nuestra cultura como venezolanos. La temporada del
beisbol nos vuelca totalmente la vida, porque nos hace olvidar por instantes
los problemas del día a día. El beisbol es nuestra excusa para burlarnos,
después del partido, del compañero que recibió nueve arepas.
Ahora
bien, el beisbol como parte de nosotros, también es parte de nuestro lenguaje
cotidiano, porque nos ayuda a expresarnos: cuando queremos que nuestro discurso
quede bien clarito, el lenguaje del beisbol nos salva la partida. Veamos
algunos ejemplos:
Cuando nos sorprenden
en alguna situación indebida, decimos que nos agarraron fuera de base.
Cuando tenemos que
tomar una difícil decisión, nos encontramos en tres y dos.
Si una persona está errada en lo que dice o hace, esa
persona batea de foul.
Si nos encontramos con
una persona que lo único que hace es dormir, comer y más na, decimos que esa persona ni
cacha ni picha ni batea la pelota.
Cuando nos dan una
información que no esperábamos, quedamos fly
o ponchaos.
Si una persona se pega la lotería, la sacó de jonrón.
Si una persona comienza a decir incoherencias o
burradas, decimos que se le hinchó el
bolazo.
Cuando un hombre, como cosa rara, pues, quiere tener
más de una relación sentimental, decimos que juega doble play.
Como podemos ver, la metáfora es
cotidiana, el lenguaje es cotidiano y el beisbol también; entonces, el lenguaje
deportivo es una fiesta social y forma parte de la idiosincrasia del
venezolano.
laurajaramilloreal@yahoo.com
Año II / Nº XXXIII / 1° de diciembre del 2014
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